“Hace mucho, en 1989, asistí a un seminario en Alemania sobre las relaciones entre Este y Oeste y sobre los movimientos de protesta”, recuerda Bert Klandermans, profesor de Psicología Social Aplicada en la Universidad VU de Ámsterdam (Países Bajos). “Ni uno solo de los expertos –continúa– predijo que el Muro caería en cuestión de seis meses. De igual modo, hace medio año, pocos vieron venir la actual situación de Ucrania”.
Desde enero de 2014, este sociólogo es el coordinador de un proyecto a cinco años llamado POLPART, ganador de la subvención Advanced Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC). Cuenta con 2,3 millones de euros para cinco años.
Con él quiere predecir cómo y por qué los ciudadanos se implican en política, y comparar la evolución de los movimientos sociales y de los partidos políticos en los distintos países. “Cada persona tiene preocupaciones particulares que trasladar a los políticos. Me gustaría descubrir cuáles son”, señala a Sinc Klandermans.
Según estos expertos, actualmente escasean las conexiones académicas entre la vertiente sociológica y política ante estas cuestiones. Los sociólogos se centran exclusivamente en los movimientos sociales, mientras que los especialistas en ciencias políticas estudian tan solo los partidos.
“El diseño de POLPART permite cotejar cuatro democracias maduras: Reino Unido, Países Bajos, Alemania y Suiza, con cuatro democracias recientes: Hungría, Polonia, Brasil y Argentina”, aclara el sociólogo. “Entre las cuatro nuevas democracias –sigue– hay dos posautoritarias y dos poscomunistas. Y entre las maduras existen políticas muy divergentes”.
El apoyo a la extrema derecha en Países Bajos
El caso de los Países Bajos es interesante ya que ninguna otra democracia madura de las estudiadas presenta un partido de derecha radical con tanto peso.
Klandermans comenta que cuando redactó la propuesta del proyecto, hace tres años, el Partido de la Libertad (PVV, por sus siglas en inglés) era el único partido populista considerado de derecha radical en las cuatro democracias maduras.
“Mi explicación está relacionada con la presencia o ausencia de un líder carismático que exprese sentimientos de derechas presentes en la población, como los xenofóbicos”, asegura.
Y continúa: “El escenario político ha cambiado últimamente, por lo menos, en Reino Unido y Suiza. Según la literatura, los ciudadanos indignados de izquierdas se involucran en movimientos políticos mientras que los de derechas participan en la derecha radical de los partidos populistas”.
Las europeas 2014
Para este grupo científico, las elecciones europeas de este próximo domingo son una muy buena oportunidad. “Es muy interesante. El caso de Europa constituye otro nivel de participación en política, diferente al municipal y nacional. Sin duda, seguiremos de cerca los resultados”, indica el experto.
Durante la investigación este grupo observará el comportamiento de diversos grupos de discusión y, entre otros temas, valorarán el papel del Parlamento Europeo para los ciudadanos.
Según Klandermans: “Supongo que muchos sentirán que desconocen el funcionamiento de la UE, y creo que encontraremos que la mayoría no habrá valorado el Parlamento Europeo como una de las posibles vías de implicación política”.
En resumen, el proyecto aspira a establecer un marco para comprender mejor por qué los ciudadanos se involucran en política del modo que lo hacen. “Confío en que al cabo de estos cinco años contemos con una comprensión más nítida de ciertos procesos políticos que se desarrollan dentro y fuera de los países de la UE”, concluye el sociólogo.
Los próximos serán Grecia y España
El estudio abarca cuatro subproyectos: un metaanálisis de las publicaciones dedicadas a la política en los partidos y en movimientos ciudadanos; una comparativa entre la participación política en el tiempo y entre países; debates de grupos focales y encuestas a mil personas.
Además, la investigación se realizará en ocho países. Según los científicos este componente internacional será un aspecto clave para el proyecto.
Aun así, el trabajo podría añadir dos países más a la lista. “Estamos pensando en Grecia y España, dos países que se vieron afectados muy duramente por la crisis económica”, señala el experto.