Las selvas del norte de la isla de Madagascar presentan una alta biodiversidad, pero solo unas pocas especies se conocen. El descubrimiento de nuevos endemismos es dificultado por el complicado acceso a esta remota zona, en el macizo de Tsaratanana –la montaña más alta–, cuyos bosques están fragmentados y amenazan a las especies que en ellos viven.
Los biólogos españoles y alemanes encontraron en la montaña más alta de Madagascar numerosas especies, muchas de ellas nuevas para la ciencia
Sin embargo, en 2010, un equipo de científicos alemanes y españoles, financiados por el anterior Ministerio de Ciencia e Innovación, se aventuraron en estas lejanas selvas.
“Esas montañas albergan un elevado grado de endemismo, y han sido visitadas en muy contadas ocasiones por investigadores dado que no hay carreteras y apenas caminos para llegar a la base”, explica a Sinc David Vieites, uno de los autores de la investigación y científico en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC).
Gracias a la expedición, los biólogos encontraron numerosas especies, muchas de ellas nuevas para la ciencia, según los criterios de taxonomía como la genética, la morfología e incluso el canto. Entre ellas, el estudio, publicado en la revista Herpetelogica, destaca el hallazgo de dos nuevas especies de ranas: Rombophryne ornata y Rombophryne tany.
Ranas raras y esquivas
“Ambas especies viven en el suelo del bosque, entre la hojarasca, y son difíciles de encontrar”, apunta Vieites.Rombophryne ornata, que adopta el nombre por la referencia a su color y por parecer decorada, se distingue de las demás ranas de su mismo género al presentar una coloración rojiza. Entre cada ojo presenta una marca negra, y otra sobre el dorso. También posee espinas sobre las cuencas de los ojos.
Este descubrimiento es un ejemplo más de la gran diversidad de animales que queda por describir antes de que muchas de estas zonas desaparezcan
En el caso de Rombophryne tany, los científicos realizaron un análisis molecular más exhaustivo al no tener caracteres que la distinguieran de otras especies del mismo género. De hecho, su nombre tany, que quiere decir en el idioma local, ‘tierra’ o ‘suelo’, no solo hace referencia a su color más amarronado sino también a sus hábitos terrestres. También cuenta con espinas sobre cada ojo.
El descubrimiento de estas especies “es un ejemplo más de la gran diversidad de animales que queda por describir en zonas tropicales antes de que muchas de estas áreas desaparezcan, fruto de la deforestación que sufren las regiones tropicales y especialmente Madagascar”, lamenta el investigador.
Sin embargo, afortunadamente para estas dos especies, la zona en la que han sido halladas es un parque nacional de muy difícil acceso. “Esperemos que la zona siga prístina por mucho tiempo”, concluye el experto.
Referencia bibliográfica:
Scherz, Mark D.; Ruthensteiner, Bernhard; Vieites, David R.; Vences, Miguel; Glaw, Frank. “Two New Microhylid Frogs of the Genus Rhombophryne with Superciliary Spines from the Tsaratanana Massif in Northern Madagascar” Herpetologica 71(4): 310-321 diciembre de 2015