La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Centro Vasco para Estudios sobre el Cambio Climático (BC3) participan en un estudio en el que se muestran evidencias que apoyan un cambio en la metodología de estimación de gases de efecto invernadero procedentes de la gestión de los residuos orgánicos sólidos, hechas por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). El trabajo, titulado “Estudio sistemático de la emisión de gases durante el manejo de residuos sólidos”, ha sido publicado en la revista Global Change Biology.
La lucha contra el cambio climático se basa en el conocimiento, en la cuantificación y, finalmente, en la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero por parte de las actividades humanas, especialmente. La metodología y cuantificación en estas emisiones se hace de acuerdo a las directrices del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Los autores de este estudio han demostrado poco adecuados los actuales índices de emisión para algunos gases claves como el óxido nitroso (N2O), especialmente cuando se aplican en los procesos de compostaje de residuos orgánicos. De hecho, la principal contribución de este trabajo es que demuestra que el compostaje de residuos orgánicos emite menos gases de efecto invernadero que el almacenamiento convencional.
En este trabajo se analiza cómo las diferentes prácticas de gestión y manejo de los residuos orgánicos generan un mayor o menor calentamiento global vía emisión de gases de efecto invernadero como el metano, el óxido nitroso u otro tipo de impactos como la acidificación del suelo, ligada a la emisión del gas amoniaco. Los investigadores afirman que hay que tener en cuenta que la actividad agrícola, a través de la aplicación de fertilizantes de síntesis, la gestión de estiércoles o residuos vegetales, así como otras prácticas de manejo y gestión, producen un impacto muy significativo sobre el cambio climático, cifrado en un rango del 10-25% del total emitido. El adecuado conocimiento de las repercusiones que las distintas estrategias de manejo de residuos orgánicos tienen para la emisión de estos gases de efecto invernadero puede facilitar la toma de decisiones, que permitan reducir el impacto ambiental y mejorar los sistemas de gestión.
Este trabajo forma parte de la tesis doctoral de Guillermo Pardo, Máster en Gestión, Tratamiento y Valorización de Residuos Orgánicos de la UMH y, a su vez, doctorando del Centro Vasco para Estudios sobre el Cambio Climático. Esta publicación es una de las más importantes publicadas por la UMH en 2014, debido a su alto impacto, 8,24, escala que indica su difusión internacional en el mundo científico. Según el Science Citation Index,la revista Global Change Biology es la tercera mejor revista en temáticas sobre cambio climático, por detrás deNature y Science.
La tesis doctoral que genera esta publicación está codirigida por el coordinador de la Red Española de Compostaje y catedrático de la UMH Raúl Moral y por el científico del Centro Vasco para Estudios sobre el Cambio Climático (BC3) y coordinador de la Red Remedia (Red científica sobre mitigación de GEI en el sector agroforestal) Agustín del Prado. De acuerdo con el ranking de Think Tanks, elaborado por el Centro Internacional para el Cambio Climático de Gobernanza (ICCG, en sus siglas en inglés), el BC3 está considerado como el segundo centro más influyente a nivel mundial en el ámbito de la economía y de la política del cambio climático.
Asimismo, el Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medio Ambiente (GIAAMA) de la UMH, dirigido por Raúl Moral, gestiona COMPOLAB, el mejor centro aplicado para el tratamiento de residuos orgánicos a nivel universitario español, a través del desarrollo de patentes y de bioproductos en el ámbito agronómico. COMPOLAB contribuye al desarrollo de una economía circular y a la transferencia de tecnología verde.
(Asociación RUVID)