El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de España aprobó el jueves 21 de febrero solicitar al Ministerio de Industria, Energía y Turismo la apertura de un expediente sancionador por infracción grave a los titulares de las centrales nucleares de Ascó I y II, en Tarragona, por desconocer el lugar en que se encuentran 230 fuentes radiactivas en desuso, y haber perdido la información de soporte sobre el lugar en que se encuentran.
El expediente, según lo apuntado por el CSN, sería por “el incumplimiento de las obligaciones relativas a generación, archivo y custodia de los registros requeridos para el desarrollo de la actividad o para el control de materiales radiactivos, cuando dicho incumplimiento suponga pérdida de la información afectada”, lo que está incluido en el artículo 86, apartado b, punto tercero, de la Ley sobre Energía Nuclear.
Los hechos se detectaron en 2011, durante una inspección rutinaria los día s5 y 6 de julio de 2011, cuando el CSN encontró irregularidades en el inventario de las fuentes encapsuladas fuera de uso que debían estar en las instalaciones, conforme lo mandado en el Plan de Gestión de Residuos Radiactivos en vigor.
La irregularidad se ratificó los días 4 y 5 de octubre del mismo año, lo que propició que en el 2011 y en el 2012 se revisara el cumplimiento de los planes de gestión de residuos en todas las centrales nucleares españolas.