La astronomía utiliza instrumentos imperfectos debido a que no dispone “de detectores universales y todavía falta mucha información por descubrir”, así que para ampliarse debe nutrirse de más investigación, afirmó la doctora Julieta Fierro Gossman al participar en el ciclo de Conferencias Magistrales Metropolitanas.
Veinte por ciento del universo se compone de materia y energía oscura “que está ejerciendo una fuerza invisible sobre los objetos celestes y los especialistas sabemos que esto sucede y tratamos de interpretar los errores, ya que hasta ahora sólo contamos con verdades parciales”, explicó.
Al participar en la séptima edición de la serie de ponencias organizada por la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la física añadió que la ciencia seguirá avanzando siempre y se modificará, ya que una de sus condiciones es estar rectificándose, por lo que aquellos que se dedican a este campo tendrán trabajo y se van a divertir”.
Señaló que la idea es lograr teorías simples y elegantes, en virtud de que las leyes detrás de la naturaleza deben ser relativamente sencillas.
Aún se requiere de mucho trabajo en todos los ámbitos vinculados con la astronomía –física, biología o matemáticas– e incluso en el vacío existe gran cantidad de energía, es decir, “no hay uno perfecto y de hecho es donde la producción de partículas es tan alta que puede surgir un nuevo universo, ya que la energía se transforma rápidamente en materia”.
De acuerdo con el modelo estándar de la gran explosión, el universo se encuentra en una constante y continua expansión, y en un proceso que implica altos niveles de enfriamiento, lo cual genera la formación de nubes que dan paso al nacimiento de estrellas y éstas a su vez forman galaxias, además de elementos químicos cuya interacción hace posible la existencia de seres vivos, entre ellos los humanos, “y estamos aquí para pensar en eso”.
Estudios y análisis en la materia arrojan que un universo inquieto es inviable, por lo que es altamente probable pensar en la existencia de vida y civilizaciones en otros planetas, aun cuando “lo único que conocemos es al universo observable, pero vemos sólo su pasado: cómo era hace miles de millones de años, porque a la luz de los astros toma tiempo llegar hasta donde estamos”.
Al animar a la comunidad universitaria a impulsar la investigación científica refirió que “el universo es inabarcable, por eso hay buenas becas para estudiar estos temas, sobre todo a nivel de doctorado”, además de la sobreoferta de oportunidades de trabajo en las áreas de matemáticas y física.
Muchas empresas sólo contratan a mujeres “porque somos mejores, más eficientes, trabajadoras e inteligentes, y podemos aspirar a tener puestos bien pagados, por lo que no tenemos que probar nada”.
Por ejemplo, acerca de Mercurio se conoce muy poco “casi no hay estudios que expliquen la existencia de cordilleras tan grandes en ese planeta; tampoco se conoce en profundidad la composición de los meteoritos que tocan la Tierra y “hemos visto que de ellos algunos son más viejos que el propio sistema solar”, a pesar de lo cual diez por ciento de los astrónomos del mundo están dedicados al estudio de las ondas gravitacionales.
Ante ello propuso el aliento de la producción de conocimiento a partir de grupos multidisciplinarios, un espacio donde ubicó el futuro de la academia que debe estar a la altura de las nuevas circunstancias; “creo que lo mejor es que los jóvenes busquen un problema de su comunidad y se dediquen a diseñar una innovación tecnológica, porque sólo eso ayudará a México a ser una mejor nación”, concluyó.
La también divulgadora detalló el funcionamiento de la gravedad, la manera como se desarrolla el método científico y el comportamiento de las estrellas mediante ejercicios lúdicos en los que participaron los alumnos que asistieron.
Fierro Gossman es una de las investigadoras más destacadas del país dedicada a la divulgación de la ciencia de una manera amigable, incluyente y accesible para todo el mundo. La académica se ha especializado en el estudio de la materia interestelar y el sistema solar, y ha sido reconocida con varios premios y ha participado en la creación de exposiciones en Puerto Rico, en el Observatorio McDonald en Estados Unidos y en la Feria Internacional de Aichi, Japón.
La investigadora mexicana fue directora general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y miembro de la mesa directiva de la Sociedad Astronómica del Pacífico, así como presidenta de la Sociedad Mexicana de Museos de Ciencia.