La edición 2013 del Festival de la Lectura de la Universidad Veracruzana (UV), que en esta ocasión lleva como título “Los libros hablan, el alma responde”, fue inaugurado este lunes 10 de junio por el rector Raúl Arias Lovillo, quien afirmó que el fomento a la lectura entre la comunidad universitaria se ha atendido como una iniciativa institucional en la que se inscriben la Biblioteca del Universitario (BU) y el Programa Formación de Lectores.

         La apertura del Festival, que tendrá actividades hasta el viernes 14, se realizó en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de este campus y en ella participaron el escritor Juan Villoro, el vicerrector Carlos Héctor Ávila Bello y el director de la Editorial UV, Agustín del Moral Tejeda.

         El Rector de la UV destacó que esta es la cuarta edición de un festival que inició en 2009 y que se ha realizado en cada uno de los campus de la UV “y ahora tocó el turno a Coatzacoalcos-Minatitilán-Acayucan-Huazuntlán”,

puntualizó.

         Agregó que la BU se ha convertido en un referente de la UV a nivel nacional e internacional, con 52 títulos y 19 mil ejemplares que se reparten a los estudiantes de nuevo ingreso, ofreciendo autores de diversas nacionalidades, épocas y temáticas, que abarcan desde la literatura, poesía, ensayo, teatro y textos clave de la ciencia.

         Esta colección, afirmó, refleja el trabajo de la comunidad universitaria, desde el equipo de edición de la Editorial UV, que fue reconocido en el evento, así como los prólogos, en su mayoría escritos por destacados académicos y estudiantes de Artes Plásticas que concibieron las portadas después de haber leído las obras.

         “Como desde hace cuatro años, el Festival de la Lectura nos convoca con ánimos de divertimento, que lo convierte en una de las propuestas más gratas” y proviene de una suma de esfuerzos, que ha dado como resultado estudiantes reflexivos, interesados por la lectura; en ese sentido, Arias Lovillo agradeció a los vicerrectores que han dado continuidad a esta iniciativa.

         Añadió que el Programa Formación de Lectores, “coordinado por el mayor impulsor de la lectura en nuestro país, Felipe Garrido”, ha generado resultados alentadores como es la presentación de los títulos por parte de los estudiantes: “La biblioteca se lee y es posible concebir a los jóvenes como nuevos lectores”.

         En el evento se entregaron ejemplares de la BU a los mejores promedios del campus, así como a los ganadores del concurso de cartel del festival. El primer lugar fue para Itzel Celeste Morales Ugalde, estudiante de Diseño Asistido por Computadora del campus Veracruz-Boca del Río.

Por su parte, Carlos Ávila Bello, vicerrector del campus, destacó la importancia de los libros como elemento principal de la cultura, que además desata la imaginación, por tal motivo este festival es una invitación para acercarse a la lectura.

Agustín del Moral Tejeda, director de la Editorial UV, comentó que la BU es un proyecto al que se le dio continuidad a lo largo de ocho años y presentó los títulos que cierran la colección, mencionando algunos datos de sus autores y la obra en cuestión, que fueron los siguientes: La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, Vampirismo y otros cuentos de E.T.A. Hoffmann, El alienista y otros relatos de Joaquim Machado de Assis, Memorias del subsuelo de Fiodor Dostoievski y Caballería roja de Isaak Bábel.

 

Las palabras reinventan la realidad

Tras la inauguración, el escritor Juan Villoro dialogó con los asistentes sobre algunos experiencias que ha tenido en torno a las palabras, los libros y la lectura. Esta última, dijo, “es algo esencial para la supervivencia de la especie”.

Agregó que es gracias a los libros “que tenemos presencia de la cultura de la letra de una forma viva” y esta experiencia proviene en su mayoría de la infancia ya que es una labor de afecto leer a los niños y fomentar este gusto por la lectura.

“Las palabras son símbolos mágicos, no son sólo utilitarias, sirven para reinventar la realidad”, dijo el escritor, quien detalló muchas de las experiencias que tuvo desde la infancia hasta su época como periodista que le permitió conocer al locutor Ángel Fernández, quien le demostró que era posible reinventar la realidad con las palabras.

Antes no había tantos libros infantiles y no era común que los padres se acercaran a leer los libros con sus hijos, más bien eran los abuelos, desafortunadamente esto se ha perdido pero es posible regresar a ellos o conocerlos por primera vez con esfuerzos tan loables como la Biblioteca del Universitario.

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