La montaña Uluru / Ayers Rock, en mitad del desierto en Australia, es la protagonista de esta imagen del satélite Kompsat-2, de la ESA. La enorme roca se eleva 340 metros sobre el desierto circundante, y tiene un perímetro de unos nueve kilómetros.
Es una maravilla geológica e histórica: en diversos puntos en la base de la pueden contemplarse muestras de antiguo arte aborigen, que en realidad tenían fines pedagógicos. Muchas pinturas fueron hechas por ancianos de tribus aborígenes para enseñar a los más jóvenes a cazar y a seguir animales, de la misma manera que los maestros usan las pizarras en la escuela.
Pinturas aborígenes en Uluru, G. Uccellini
Hace cientos de millones de años esta parte de Australia era un mar poco profundo. Con el tiempo se fueron depositando y comprimiendo en el fondo capas de arena, que después se inclinaron casi 90º hacia arriba y adquirieron la posición actual. La roca se erosionó más lentamente que los depósitos circundantes, más blandos, hasta que acabó elevándose el monolito sobre una superficie plana.
La peculiar perspectiva de la toma del satélite nos permite observar las capas antaño horizontales, que ahora parecen atravesar el Uluru.
En esta región al sur de los Territorios del Norte vive el canguro rojo, el dingo, la rata canguro, el topo marsupial, diversos murciélagos y más de 70 especies de reptiles.
De acuerdo con la política australiana de mantener la doble nomenclatura, esta formación rocosa tiene los dos nombres oficiales, el tradicional aborigen y el inglés.