La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convocado en Ginebra a más de 70 expertos en áreas de la salud y la farmacología para hallar la manera más rápida de impulsar dos posibles vacunas contra el virus del ébola. 

Las candidatas se encuentran en la Fase I de experimentación, en la que se prueba su seguridad y dosis adecuada en voluntarios sanos. La primera de las vacunas –cAd3-ZEBOV– está siendo desarrollada en Estados Unidos mientras que la segunda –VEVr-ZEBOV– la desarrolló la Agencia de Salud Pública de Canadá.

La primera de las dos vacunas, cAd3-ZEBOV, la está desarrollando la compañía GlaxoSmithKline (GSK) en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. La segunda, rVSV-ZEBOV, fue desarrollada por la, aunque la licencia de comercialización la tiene la empresa estadounidense NewLink Genetics, de Iowa.

 El objetivo de esta reunión es lograr en pocos meses un trabajo que, normalmente, suele extenderse entre dos y cuatro años. Según un comunicado de prensa emitido por la OMS, “nada debería ralentizar el objetivo de hacer vacunas accesibles en los países de África occidental afectados”. 

 Sin embargo, la organización estima que un número significativo de dosis de cualquiera de las vacunas no estará disponible hasta finales del primer trimestre de 2015. Para cumplir con esta previsión, los resultados de los ensayos en zonas afectadas deberían estar listos antes de febrero del próximo año. 

 Proceso complicado y costoso 

Durante la reunión, las conversaciones de los expertos se centraron en las más urgentes: los recursos para llevar a cabo los ensayos clínicos cumpliendo los estándares internacionales y las cuestiones logísticas, como el hecho de que las vacunas deben almacenarse a una temperatura de menos 80 °C.

El desarrollo de una vacuna es un proceso muy costoso. Por ello, la OMS ha solicitado a los principales socios internacionales la donación de los fondos necesarios para que la investigación se complete lo antes posible. Un ejemplo es el caso del Gobierno de Canadá, que ha ‘regalado’ una parte de sus existencias de VEVr-ZEBOV. Los médicos consideran que, tras evaluar esta vacuna, dicha cantidad podría ser suficiente para más de 1.500 dosis.

Los primeros beneficiarios de la vacuna serán los profesionales de la salud –médicos, enfermeras y técnicos de laboratorio– y otros técnicos en alto riesgo de infección como  personal de limpieza de hospitales, conductores de ambulancias, enterradores y, en algunos casos, los curanderos.

La problemática del tratamiento del ébola se complica debido a las deficiencias en los sistemas sanitarios de los países afectados, que también merman la confianza de los ciudadanos en el sistema sanitario. Por esta razón, muchos pacientes son atendidos en sus hogares por familiares u otros miembros de la comunidad, exponiéndose a contagios y otros riesgos para la salud.

(SINC)

Los comentarios están cerrados.