El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió este lunes 22 de febrero, a los países ricos que revisen la compra de más vacunas Covid-19 de las que necesitan, para que permitan el abasto de éstos preparados para los países con menos recursos.
En una rueda de prensa virtual junto con el Presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, mencionó que al incrementar sus pedidos los países ricos -como han hecho recientemente EE. UU. y la Unión Europea (UE)- esto repercute de forma negativa en los países con menos recursos, proque dificulta que puedan tener más vacunas o retrasa la llegada de las mismas.
El director de la OMS, agradeció las recientes promesas de los países del G7 para aportar 7 mil 500 millones de dólares al Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 (Covax) -la campaña de la ONU para hacer llegar vacunas a las personas más pobres del mundo-, pero advirtió que no basta con financiar la campaña, si no que también se debe facilitar el acceso y distribución de la vacuna. Las mayores aportaciones prometidas son de Estados Unidos (2 mil millones de dólares) y Alemania (mil 818 millones de dólares).
El dinero por si mismo «no sirve para nada», si no se pueden comprar las vacunas, porque en las primeras etapas de la campaña no hay suficientes dosis para satisfacer la demanda global, sobre todo porque los países con grades recursos acaparan todas las partidas.
«Las ayudas son importantes, pero a la vez quiero apuntar los retos a los que nos enfrentamos. Incluso con el dinero. Si no podemos comprar vacunas, el dinero no sirve para nada. Algunos países industrializados están comprando más dosis y en consecuencia los contratos con Covax se están viendo afectados», afirmó.
Instó a los países ricos a plantearse si al actualizar al alza sus contratos con los productores de las vacunas, no están «poniendo en cuestión toda la iniciativa Covax».
Tedros además de apelar a la solidaridad y a la ética, también advirtió que con este llamado se busca proteger «al conjunto del mundo», porque la pandemia sólo se podrá derrotar cuando se venza globalmente. De no hacerlo así, «las islas de felicidad no van a durar mucho», puntualizó.
Steinmeier, por su parte, aseguró en este sentido: «los recursos financieros son necesarios, pero no son vacunas», e insistió en la necesidad de actuar de forma global contra el Sars-CoV-2.
«Una campaña de vacunación global es del interés de todos, incluso para los países ricos. Socavar Covax no sólo es un problema para los no inmunizados, también lo es para los países donde la población ya ha sido inoculada», explicó Tedros, agregando que esto puede llevar a inutilizar las vacunas, porque si no se detiene el coronavirus podrán seguirse generando más variantes del mismo, para las que las primeras vacunas no sean efectivas.
Los gobiernos -dijo- están comprometidos, en primer lugar, con su ciudadanía, pero no basta con inmunizar a las personas de un país, es «mejor proteger a todo el mundo».
Ante esto, igualmente pidió un aumento significativo de la producción de vacunas, tan rápido como sea posible, para poder volver a la normalidad.
Por lo mismo abogó por la cooperación entre farmacéuticas (con la licencia de fórmulas autorizadas, por ejemplo), aunque evitó posicionarse sobre la propuesta de eliminar las patentes de forma excepcional para el Covid y lograr así una producción masiva y barata.
El presidente de Alemania, por su lado, apuntó además otro ángulo del denominado nacionalismo de las vacunas, pues la pandemia se ha convertido a su juicio en un momento geopolítico donde algunos países, en referencia a Rusia y China, están repartiendo dosis a otros países con objetivos políticos, algo que podría tener «enormes consecuencias para nuestro futuro».
Covax es una alianza dirigida por la OMS, la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización, conocida por sus siglas en inglés GAVI, y la Coalición para la Promoción de Innovaciones a favor de la Preparación ante Epidemias (CEPI), con el objetivo de garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra el coronavirus. Hasta el momento ha adquirido 330 millones de dosis en nombre de 140 países.