Los sustitutos de vainilla son cáncerígenos, advirtió Rebeca Menchaca García, coordinadora del Orquidario de la Universidad Veracruzana, durante su conferencia “Importancia y usos de la vainilla en México”, con la cual se inició el Festival “¡Viva! Vainilla”.
Menchaca García mencionó investigaciones que destacan el perjuicio que implica el consumo de sustitutos de vainilla; una de ellas fue la de Pedro Valle Vega, académico del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, de quien presentó un fragmento textual:
“Probablemente uno de los saborizantes más empleados es la vainillina, la cual suple la escasez de vainilla natural. Al no existir una gran disponibilidad de vainilla se ha recurrido al uso de cumarinas que imparten un sabor semejante a la vainilla, sin embargo se emplean como raticidas por ser anticoagulantes y por las lesiones que causan en el hígado, razón por la cual se ha prohibido su uso en alimentos. En el Colegio de Farmacia de la Universidad de Texas, en Austin, se detectó cumarina en aproximadamente 90 por ciento de extractos de vainilla consumidos en México (Sullivan, 1981), lo cual puede representar además de las implicaciones toxicológicas, un posible fraude o un desconocimiento total por parte de algunos fabricantes.”
La académica de la UV remarcó que ante esto se debe promocionar el consumo de vainilla natural; es más, “hay trucos para poder vender los saborizantes tipo vainilla por la natural”.
Mencionó que los sustitutos de vainilla se pueden producir de todo deshecho de celulosa, incluso de los de las vacas. A manera de verificar tal señalamiento, precisó que la científica Mayu Yamamoto ganó el Premio Ignobel (parodia estadounidense del Premio Nobel), por su método para extraer saborizantes tipo vainillina de los desechos de las vacas.
Pero mientras los sustitutos de vainillina pueden ser cancerígenos, la investigadora de la UV insistió en remarcar que la vainilla natural es anticancerígena, antioxidante, previene apnea del recién nacido (muerte de cuna), funciona como aromaterapia contra la depresión, terapia contra las adicciones, intensificador del sabor de alimentos y es antimicrobiana.
Igualmente defendió el origen de la vainilla en México, de lo cual referencias históricas que constatan el uso de la vainilla desde la época precolombina.
“Quizá extensivamente se llegue a encontrar vainilla (en varias partes del mundo), pero el registro de uso prehispánico lo tenemos nosotros. Se dice que era usada de muchas formas, principalmente para heridas infectadas, la histeria, el dolor de cabeza, en el parto; también se dice que era utilizada como moneda de cambio y como pago de tributo de los totonacos hacia los aztecas.”
Además de la importancia histórica, hubo una época en que México era el único productor y exportador del mundo, pero la situación cambió sobre todo porque hay un elemento clave que propició su desplazamiento: la introducción en el mercado de la vainilla sintética.