Con transparencia, profesionalización y la correcta capacitación del personal burocrático, federal y militar será más fácil manejar cualquier tipo de crisis a nivel gubernamental y ello apoyará la legitimidad política, señaló el doctor Tom Christensen, investigador del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Oslo, Noruega.
El proceso de centralización en el mundo ha dado paso a una serie de crisis complejas que ha influido en el terreno de la administración pública, aspecto que podría ser tratado desde las teorías de la organización mediante las cuales se han planteado algunas estrategias a seguir desde el ámbito corporativo.
En su conferencia magistral Administración de la crisis, el equilibrio en las capacidades de gobernanza y legitimación, que dictó en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana, definió la gobernanza como aquella capacidad de organizar y coordinar los recursos públicos, los sistemas de toma de decisión y las herramientas de gestión para manejar las crisis.
Tom Christensen enfatizó que la figura del líder es central para hacer funcionar todo el instrumental planteado para controlar una crisis y recomendó tomar en cuenta los entornos culturales e institucionales implícitos en el contexto social donde se inscribe.
El investigador noruego apuntó que la introducción de aparatos electrónicos y la Internet complejizó más la administración de las crisis, pues las audiencias están mucho más expuestas a los medios masivos de comunicación.
“En México, podríamos decir que se enfrenta una micro crisis debido a las posturas radicales de Donald Trump en contra de los inmigrantes y los propios mexicanos”, consideró.
Las medidas autoritarias recientemente impuestas a nivel local y federal en el país lejos de convertirse en un manejo positivo de las crisis de seguridad, económicas y sociales fragmenta aún más las capacidades de gobernanza y legitimidad del actual Estado.
El especialista en Teoría de la Organización ubicó cuatro tipos de gobernanza: analítica, en la que el personal burocrático cuenta con una educación formal en leyes; regulativa, con normas claras; coordinadora, con estructuras bien definidas, y distributiva, la menos utilizada y recomendada a los Estados por ser ambigua.
Christensen expuso que la legitimidad se compone de las percepciones, actitudes públicas y de la confianza que los ciudadanos otorgan a sus gobernantes en épocas de crisis.
El autor del libro Trascendig New Public Management dijo que son tres las maneras de constituirla: la participación social responsable, la transparencia y la rendición de cuentas.