Desde pequeño, Hugo Arellano Santoyo, quien forma parte de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior, Capítulo Boston, mostró gran interés por la investigación científica. El estudiante refiere que fueron sus padres, ambos sociólogos y académicos en la UNAM, quienes se encargaron de transmitirle el ímpetu científico mediante una metodología de aprendizaje que ellos mismos desarrollaron, y que incluso han empleado con sus estudiantes.
El maestro Hugo Arellano Santoyo es un biofísico que actualmente estudia un doctorado en la Universidad de Harvard y en el International Fellow del Howard Hughes Medical Institute; es experto en microscopía, es decir, la ciencia que permite a los humanos observar objetos tan pequeños que no se pueden distinguir mediante el rango de resolución de la vista humana. Comenta que alguna vez su padre le obsequió un microscopio de juguete y ese fue el punto de partida del interés por esas tecnologías, que hoy lo ha llevado a cumplir con el rol de experto en microscopía en una de las instancias especializadas en cáncer más prestigiadas, el Dana-Farber Cancer Institute, en Boston, Massachusetts.
Gracias a su conocimiento, el mexicano ha construido herramientas que permiten optimizar la observación del funcionamiento de las células. Por ejemplo, el investigador desarrolló una técnica que permite adaptar o crear microscopios para ver hasta tres puntos de un componente celular de manera simultánea y prácticamente en tiempo real.
Ese desarrollo permite recapitular, con mayor precisión, el momento en que ocurre la división celular. De esa forma es posible conocer no sólo la arquitectura de una célula, sino además la manera en que se movilizan todos los componentes de la unidad fundamental de los seres vivos.
El estudiante, quien cuenta con una maestría en biología molecular, señala que una cosa es visualizar la célula, pero otra muy distinta es manipularla para saber lo que ocurre exactamente con cada uno de sus componentes. En ese sentido, el desarrollo u optimización de instrumentos de microscopía resulta fundamental para desarrollar nuevos conocimientos relacionados con el comportamiento de los componentes celulares.
Dentro del Dana-Farber Cancer Institute, el mexicano se ha integrado a diversas líneas de investigación que buscan soluciones contra el cáncer. “La microscopía, la bioquímica y una gran cantidad de ciencias nos acercan cada vez más a la consolidación de la biología sintética, que a grandes rasgos permitiría a los especialistas modificar los componentes de la célula para que ésta realice funciones que deseamos, para así conocer a ciencia cierta porque da cáncer”, refirió Arellano Santoyo.
Actualmente el biofísico y el grupo de científicos que colaboran en el laboratorio del doctor David Pellman emplean varias líneas de investigación para estudiar el comportamiento celular, entre las que destacan la bioquímica para reconstruir y entender los componentes básicos celulares y la biología celular que tiene como objetivo entender cómo funcionan los componentes de esa unidad fundamental.
Un ejemplo de cómo es que las líneas de investigación en las que colabora el maestro Arellano Santoyo tienen repercusión científica en el ámbito de la medicina se visualiza en que, gracias a ese conocimiento, será posible observar cómo ciertos elementos afectan al funcionamiento de unos componentes celulares llamados microtúbulos. Al conocer si alguna proteína causa un daño en esos componentes, los científicos podrían inhibir o matar a las células que son potencialmente cancerígenas de manera más eficaz.
Hugo Arellano agregó que una vez que se comprenda cómo funcionan los microtúbulos, se apreciará el momento en que la célula comete un error, lo que daría un margen de posibilidades para inhibir determinado dinamismo intracelular y evitar el cáncer.