Los organismos genéticamente modificados pueden ser grandes aliados contra los accidentes o los efectos causados por los fenómenos naturales. Cuando un fenómeno natural ocasiona la diseminación de contaminantes en el ambiente, los organismos genéticamente modificados pueden ayudar a que el entorno recupere sus condiciones naturales, pero también pueden adaptarse a condiciones de sequía o inundaciones que afectan la agricultura, explica Laura Esther Tovar Castillo, directora de Información y Fomento a la Investigación de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem).
La biorremediación es un conjunto de actividades que utiliza microorganismos, hongos, plantas o enzimas derivadas de estos seres vivos, para retornar al medio ambiente a su condición natural cuando sufre una alteración importante.
Por mucho tiempo, la biorremediación se ha concentrado en utilizar consorcios de microorganismos para ayudar a sanear el agua, el suelo y otros elementos del medio ambiente. Pero ahora, con la biotecnología se puede modificar el ADN de algunas bacterias para darles la capacidad de degradar compuestos con mayor facilidad o rapidez y así lograr disminuir la contaminación y mejorar las condiciones de los ecosistemas, explica Laura Tovar.
Muchas bacterias son capaces de modificar las sustancias tóxicas y volverlas menos peligrosas, pero si se ayuda mediante la biotecnología a mejorar su capacidad, se puede lograr un mejor combate a la contaminación. Pues existen fenómenos naturales que llegan a diseminar contaminantes, por ejemplo, los organismos genéticamente modificados podrían ayudar a remediar un derrame petrolero ocasionado por un huracán.