Una muestra de la exposición Oro, arte prehispánico de Colombia
Más de 250 piezas que destacan por su delicada manufactura, equilibrio de formas y sentido estético, componen la exposición Oro, arte prehispánico de Colombia, que brilla en el Museo Nacional de las Culturas y permite conocer el florecimiento de la orfebrería entre los antiguos habitantes de este país sudamericano, a lo largo de dos mil años (500 a.C.- 1,500 d.C.).
La colección procedente del Museo del Oro de Bogotá, conjunta una diversidad de estilos, producto de la combinación de distintas técnicas sobre diferentes aleaciones que dieron como resultado miles de objetos de calidad excepcional con las más variadas representaciones de hombres, animales y figuras geométricas, que encierran también un carácter mitológico y simbólico.
Tal riqueza artística se exhibe junto con piezas de cerámica, lítica, concha y hueso, en esta muestra organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y el Museo del Oro, del Banco de la República de Colombia.
Miriam Kaiser, directora de Exposiciones del INAH, hizo hincapié en que esta exhibición llega a nuestro país en reciprocidad por la muestra Mayas: sociedad y tiempo que se presentó en las ciudades de Bogotá y Medellín, de octubre de 2011 a febrero de 2012, y de marzo a julio de 2012, respectivamente.
Ana María González, antropóloga del Museo del Oro de Bogotá, explicó que la exposición tiene por objetivo mostrar cómo los antiguos indígenas de Colombia entendían el mundo; se pretende que el público mexicano conozca un poco del contexto histórico y social de las piezas, y que disfrute de la estética, simetría y técnicas que desarrollaron con gran maestría los orfebres de ese país.
“Los objetos metálicos son de tumbaga (aleación de oro y cobre), que más que un valor económico goza de una enorme atribución simbólica, por ello sólo podían ser usados por gente de alta jerarquía como los caciques y los sacerdotes, ya que de acuerdo con su cosmogonía el oro era concebido como el sudor o semen del Sol, su deidad principal, abundó la especialista.
La exposición se divide en seis ejes temáticos que abordan el desarrollo metalúrgico en distintas regiones de la Colombia prehispánica, donde los orfebres alcanzaron un alto grado de maestría en la creación de diversos objetos ornamentales y de ofrenda, que ocupan un lugar destacado en el arte universal.
En el primer eje, “La orfebrería prehispánica de Colombia”, se presentan un mapa de regiones orfebres y un cuadro cronológico que introducen al visitante en la historia de la metalurgia en América, desarrollada desde hace 40 siglos en la sierra sur del Perú, que a la postre alcanzaría su esplendor en las regiones ocupadas por la Colombia actual.
“El oro era un metal escaso, y los objetos elaborados con él tenían asociaciones sagradas, de prestigio o de poder. Muchas piezas de oro formaban, con seguridad, parte de una gran variedad de rituales, y ésta pudo haber sido la oportunidad para que las piezas quedaran a la vista de sectores más amplios. Pero aún así, es posible que el disfrute estético de la orfebrería estuviera considerablemente restringido”, señala el curador de la muestra, Efraín Sánchez, en el catálogo que acompaña la exposición.
La siguiente sección, “La gente dorada”, está integrada por objetos corporales, como tocados para cabeza, orejeras, narigueras y pectorales, así como por figuras de forma humana, de entre 10 y 20 centímetros de altura.
En él se aborda a “El Dorado”, personaje central de un ritual de las tierras altas de Colombia, quien cubierto “con oro en polvo y molido”, arrojaba a una laguna objetos de oro y esmeraldas como ofrenda a sus deidades; este ritual del “indio dorado” recuerda otro, en tierra seca, en el que algunos indios se veían “armados de oro de los pies a la cabeza”.
La variada fauna de Colombia, con diversidad de climas y ambientes naturales, que ofrecían al orfebre prehispánico una fuente inagotable de inspiración, está retratada en serpientes, murciélagos, aves, jaguares, lagartos, caracoles, entre otras especies que adornan colgantes, collares de cuentas o pectorales zoomorfos de la sección “Animales fabulosos”.
Tanto en esta sección como en la cuarta llamada “El hombre-animal”, el visitante puede apreciar objetos de oro fundidos a la cera perdida, martillado y repujado, provenientes de las regiones prehispánicas de Calima-Malagana, Nariño, Muisca, Tairona, Zenú, Quimbaya, en un periodo que va desde el siglo II d.C. hasta el XVIII d.C.
Hombres-jaguar, hombres cola de simio, hombres-pez y hombres-ave, cuyas piernas se convierten en cola y los brazos en alas, son algunas de las figuras presentes en la muestra, en las que muchos etnógrafos han visto distintas transformaciones del chamán, o jefe religioso, con poderes sobrenaturales para explicar y organizar el cosmos.
“Abstracción y naturales”, título del penúltimo segmento, apela a que en la orfebrería prehispánica de Colombia no existe antagonismo entre la representación “abstracta” y la “naturalista”. Un alfiler con remate en forma de palma, orejeras semicirculares de filigrana y una nariguera romboidal, entre otros objetos abstractos con notas naturalistas, son ejemplos de este estilo que admite múltiples lecturas iconográficas.
“El universo de las formas”, último segmento de la exposición, conduce al visitante por un universo de gran riqueza visual a partir de elementos presentes en la expresión artística: la línea recta, el círculo, el cuadrado, el triángulo, la espiral, y sus combinaciones, deformaciones, reinterpretaciones y proyecciones en el espacio.
Orejeras, colgantes, pectorales, diademas y más objetos se exhiben en esta sección, “donde se integran lo natural y lo sobrenatural, lo sagrado y lo profano, el hombre y el animal, el alma y el cuerpo, lo abstracto y lo figurativo, la naturaleza y la cultura, el oro y el cobre”, indica el arqueólogo Efraín Sánchez.
“Entender el arte de la orfebrería prehispánica de Colombia supone explorar el mundo del arte de las sociedades que lo produjeron. No puede haber duda sobre la complejidad y laboriosidad de esta tarea… Las piezas de metalurgia prehispánica colombiana, representadas en esta exposición, son un desafío para la interpretación estética e histórica”, concluye el especialista del Museo del Oro.
Oro, arte prehispánico de Colombia se exhibirá hasta el 3 de febrero de 2013 en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de las Culturas. Moneda 13. Centro Histórico de la Ciudad de México, a un costado de Palacio Nacional, y a una cuadra del Metro Zócalo. Entrada gratuita.