En nuestro entorno social existe un lamentable desconocimiento respecto a la biología de la reproducción, expresó Albertina Cortés Sol, académica e investigadora en la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), con maestría y doctorado por el Instituto de Neuroetología de esta misma casa de estudios.

En su labor con ratas hembras de laboratorio, con la intención de adquirir un mejor conocimiento de los elementos presentes en el tracto reproductivo, ha depositado particular atención en el proceso de fecundación a través de la “bursa ovárica”, propia de estos animales.

Se trata de un mecanismo orgánico de defensa que no se hace presente en las mujeres, que con frecuencia son afectadas por el embarazo ectópico, un trastorno que conduce a la muerte fetal cuando el óvulo cae directamente en la cavidad peritoneal. Conocer lo anterior puede establecerse como una sólida base para el estudio de los gametos femeninos.

“Tenemos la idea de que todo está estudiado y debidamente analizado, pero es un hecho que desconocemos a fondo los detalles en torno al momento en que se lleva a efecto el proceso de la ovulación femenina”, indicó la especialista.

Abundó en que uno de los indicativos en la mujer es el cambio en la temperatura corporal y muchos datos los conocemos a través de análisis de sangre que nos dan la medida en la concentración de hormonas, esteroides y demás. “El perfil hormonal obtenido así indica cuándo se está llevando a cabo la ovulación, pero siguen siendo estrategias que sólo aportan acercamientos; desconocemos el momento específico en que se realiza todo aquello”.

La estructura de los componentes orgánicos en las ratas no es del todo semejante a la de la mujer, pero permite acercamientos relacionados con lo que ocurre en el organismo femenino. Al igual que una mujer, el animal presenta un ciclo que, en su caso, no es mensual sino que se da por lo general cada cuatro días, y en ello radica su éxito reproductivo: cada cuatro días está ovulando.

En este lapso ocurren fluctuaciones en las hormonas, así como picos en la liberación de gonadotropinas, secretadas por la hipófisis. Viene después la disminución en las mismas, en un proceso denominado “fase lútea”, la implantación del producto en el útero y la secuencia que conduce al alumbramiento.

Existen muchos factores que influyen en la fertilidad de las mujeres. Algunos son de tipo metabólico, otros de tipo endocrino (no adecuada liberación de hormonas), poliquístico y hasta alimenticios. “Debemos tratar de conocerlos para efectos de orden preventivo”, añadió Cortés Sol.

Respecto de su estudio con jóvenes estudiantes de la UV, detalló. “He encontrado correlación entre el estrés y la liberación de hormonas gonadales que afecta de manera específica la liberación del óvulo.”

Ya existen parámetros de medición del ciclo menstrual, y las afectaciones por estrés son más notorias en periodos de exámenes finales, lo que contrasta con los días en que no hay ese tipo de presiones o cuando es periodo vacacional.
Se trata de un programa de estudio que la académica extenderá durante todo el ciclo escolar anual y del que aportará la síntesis de los conocimientos acopiados durante el mismo.

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