Astrónomos financiados por la NASA han visto, por primera vez, planetas orbitando alrededor de estrellas similares al Sol en un grupo abarrotado de estrellas. El descubrimiento ofrece la mejor evidencia de que los planetas pueden surgir en densos sistemas estelares. A pesar de que los nuevos planetas no son habitables, sus cielos se verían mucho mas estrellados que los que vemos desde la Tierra.
Estos planetas de cielo estrellado son llamados Júpiters calientes, que son masivas orbes gaseosas hirvientes porque orbitan cerca de sus estrellas padres. Cada Júpiter caliente circula alrededor de una diferente estrella parecida al Sol dentro del Cúmulo Colmena, también llamado el Praesepe, un conjunto de alrededor de 1000 estrellas que parecen aglomerarse alrededor de un centro común.
La Colmena es un cúmulo abierto, o un grupo de estrellas nacidas casi al mismo tiempo y de la misma nube de material. Por tanto, las estrellas comparten una composición química similar, A diferencia de la mayoría de estrellas, que se separan poco después de su nacimiento, estas jóvenes estrellas permanecen apenas enlazadas por mutua acción gravitacional.
“Estamos detectando más y más planetas que pueden prosperar en ambientes extremos como estos cúmulos próximos,” dijo Mario R. Pérez, científico de la NASA del programa de astrofísica en el Programa los Orígenes del Sistema Solar. “Nuestra galaxia contiene más de 1000 de estos cúmulos abiertos, los cuales tienen las condiciones físicas potenciales para abrigar muchos más de estos planetas gigantes.”
Los dos nuevos planetas de la Colmenas son llamados Pr0201b y Pr0211b. El nombre de la estrella seguido por una “b” es la nomenclatura usual de los planetas.
“Estos son los primeros «b’s» en la Colmena”, dice Sam Quinn, un estudiante graduado de astronomía en la Universidad Estatal de Georgia en Atlanta y el autor principal del artículo en que se describen los resultados, publicado en la Revista de Letras Astrofísicas.
Quinn y su equipo, en colaboración con David Latham en el Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica, descubrieron los planetas utilizando el telescopio Tillinghast de 1.5 metros en el Observatorio Fred Lawrence Whipple del Observatorio Astrofísico Smithsoniano en Arizona para medir el ligero temblor gravitacional que los planetas orbitantes producen en sus propias estrellas anfitrionas. Búsquedas previas de cúmulos habían hallado dos planetas alrededor de estrellas masivas pero ninguno había sido encontrado alrededor de estrellas como nuestro Sol, hasta ahora.
“Esto había sido un gran enigma para los cazadores de planetas,” dijo Quinn. “Sabemos que la mayoría de estrellas se formaron en ambientes densos como la nebulosa Orión, así que a menos que este ambiente denso inhiba la formación de planetas, al menos algunas estrellas similares al Sol en cúmulos abiertos deberían tener planetas. Ahora, finalmente sabemos que sí que están ahí.”
Los resultados también resultan de interés para los teóricos que intentan entender cómo es que los Júpiters calientes terminan tan cerca de sus estrellas. La mayoría de estas teorías establecen que los mundos comienzan mucho más fríos y lejanos de sus estrellas antes de migrar hacia dentro.
“La relativamente corta edad del cúmulo Colmena hace que estos planetas sean de los más jóvenes que conocemos,” dijo Russel White, el principal investigador del subsidio Orígenes de los Sistemas Solares de la NASA que financia este estudio. “Y eso es importante porque establece una limitación sobre que tan rápido pueden los planetas migrar hacia dentro. Y saber que tan rápido migran es el primer paso para descubrir como migran.”
El equipo investigador sospecha que los planetas surgieron en el cúmlo Colmena debido a que es rico en metales. Las estrellas en la Colmena tienen más elementos pesados, como el hierro, de los que tiene el Sol.
De acuerdo con White, “Las búsquedas por planetas alrededor de estrellas cercanas sugieren que estos metales actúan como un ‘fertilizante para planetas’, llevando a una abundante cosecha de planetas gaseosos gigantes. Nuestros resultados sugieren que esto también puede ser cierto en los cúmulos”.