La educación para migrantes México-Estados Unidos-México tiene como principal limitante la barrera del idioma, en ambos sentidos. En el caso de hispanohablantes en Estados Unidos sólo hay escuelas bilingües en Florida, mientras que los nativos estadunidenses que emigran a México, sólo encuentran oportunidades de educación bilingüe privada.

La segregación y el castigo al habla del español, la enseñanza del inglés para el comercio y el poco fundamento literario son algunas limitantes para los hispanohablantes en EU, de acuerdo con Carlos Vélez Director de la Escuela de Estudios Transfronterizos, de la Universidad del Estado de Arizona.

El cuerpo estudiantil en Estados Unidos se duplicó de 1998 a 2008 y el 86% del aumento se debe a matrículas de alumnos de origen hispano, lo cual nos da una idea de la necesidad de crear una educación funcional para la interculturalidad.

El investigador destacó que en 2011 los migrantes cubanos y sudamericanos obtuvieron  los mejores promedios en compresión lectora y matemáticas, esto se debe a que recibieron educación bilingüe, mientras que los mexicanos que habitan en Arizona fueron los más bajos en la evaluación.

El problema es complejo porque actualmente hay alrededor de 75 mil niños que no son ciudadanos estadunidenses, repatriados a México, que no pueden hablar español porque su lengua madre es el inglés y aunque se les intenta alfabetizar en español, las oportunidades educativas para ellos son escasas.

El investigador subrayó la importancia de adaptar el sistema de enseñanza tanto en México como en Estados Unidos para alfabetizar por el idioma nativo, puesto que para 2060 los migrantes mexicanos serán el 67% de toda la población migrante en el vecino país del norte. Asimismo continuará la repatriación voluntaria o forzosa, por lo que no adaptar los modelos educativos a la altura de este fenómeno global contribuye a la marginación de los migrantes en ambos países.

Carlos Vélez comentó que los argumentos  de rechazo de los estadunidenses hacia los migrantes suelen ser el aumento de la población penal, aumento de enfermedades y la ocupación de empleos, a lo que respondió que el crecimiento de la población hispana se debe principalmente a nacimientos naturales de residentes autorizados para habitar el país, sólo el 1% de los migrantes vive en la ilegalidad.

De 1995 al año 2000, 667,000 mexicanos regresaron voluntariamente a México, cifra que se duplicó para el período de 2005 a 2010. El Doctor Vélez explicó que los mexicanos se ven obligados a regresar voluntariamente cuando la policía estadunidense les acosa por medio de redadas continuas en sitios de recreación o afuera de las Iglesias.

El Dr. Vélez-Ibáñez tiene amplia experiencia en educación e investigación interdisciplinaria, en especial temas relacionados con migración, estratificación económica, ecología política, comunidades transnacionales, asentamientos humanos, ciencias sociales aplicadas y  problemas transfronterizos entre México y Estados Unidos. Ha publicado un sinnúmero de artículos, y ocho libros en Inglés y Español, sobre cuestiones de transculturalidad y migración.

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