La Skylab fue lanzada el 14 de mayo de 1973, para ser la primera estación espacial permanente puesta en la órbita terrestre.
Paradójicamente, el Skylab fue en su momento una especie de anticlímax, un proyecto que nadie parecía desear realmente. Y, sin embargo, fue un éxito rotundo que sólo el tiempo lograría poner en su sitio.
Esto fue así, porque se colocó en el espacio con cierto menos precio, porque la NASA soñaba con crear una gigantesca estación espacial que pudiera albergar hasta a 50 personas, una estación espacial ‘de verdad’.
Esto, aún cuando los planes para construir la «estación espacial de verdad», hubieran sido eliminados de un plumazo en 1970. El Skylab, por tanto, era considerado más que nada un paso intermedio, en términos gastronómicos, un simple aperitivo del futuro brillante que estaba por llegar. Un aperitivo de 77 toneladas.
A principios de los años 60, la mayoría apostaba por la estación militar MOL de la USAF como el mejor candidato para convertirse en el primer laboratorio orbital estadounidense, un enorme satélite espía tripulado dotado de uno de los telescopios más potentes jamás lanzado al espacio.
Pero no fue así, y el Skylab permanece como la estación espacial más pesada y voluminosa que se ha alcanzado el espacio mediante un único lanzamiento. Para armar la Estación Espacial Internacional, mucho más grande y voluminosa, se han requerido decenas de misiones para tomar su forma actual).
Por eso fue también que en la NASA ni siquiera se preocuparon por ponerle un nombre llamativo, digno a su categoría, y le dejaron sólo como ‘Laboratorio Celeste’.
Se transportó al espacio en un cohete Saturno V –del mismo tipo de los utilizados en las misiones Apolo– y estaba diseñada para alojar a tres personas al mismo tiempo por un periodo de hasta 90 días.
Su función principal era servir como observatorio solar, además de comprobar los efectos sobre la salud humana de una estancia prolongada en condiciones de microgravedad.
Esta pionera estación espacial llegó a alojar a tres tripulaciones y se cerró el 8 de febrero de 1974, cuando sus últimos habitantes regresaron a la Tierra después de 84 días en la instalación.
Permaneció en órbita hasta el 11 julio de 1979, cuando se desestabilizó debido a una tormenta solar, y cayó en el océano Índico, cerca de Australia, rompiéndose en pedazos.