El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital del gobierno español recibió una serie de informes encargados al Massachusetts Institute of Technology (MIT) y a la Universidad de Harvard (EE UU) sobre la reserva marítima de gas Castor, situada frente a sus costas en Castellón, de los que se concluye que existen posibilidades de que se vuelvan a producir movimientos sísmicos en la zona si las instalaciones colocadas ahí para explotar esa zona, iniciaran su operación.
En septiembre y comienzos de octubre de 2013, una secuencia de terremotos (con magnitud de hasta 4,3) se originó frente a las costas de Castellón, bajo el mar Mediterráneo, cerca de una plataforma desde la que se realizaba una inyección de gas en las rocas bajo el fondo marino en el campo petrolífero de Amposta, ya agotado. Este almacén subterráneo está sellado por una gran falla geológica (la Falla de Amposta), que hace de barrera impermeable.
No existe certeza absoluta de que no vuelvan a producirse movimientos sísmicos en la zona si la instalación iniciara su operación
A la vista de estos informes, el Gobierno español decidió que la instalación de almacén de gas Castor no podrá iniciar su operación. A partir de este momento, se estudia qué hacer con la infraestructura, situada frente a las costas de Vinaroz (Castellón).
El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, los profesores Rubén Juanes (MIT) y John H. Shaw (Universidad de Harvard), y el director de Infraestructuras de Enagás, Claudio Rodríguez, presentaron las conclusiones principales de los informes.
Estudios de geomecánica, sismología y geología
Los estudios, inicialmente encargados por el Gobierno, comenzaron en octubre de 2015 y han sido realizados por un equipo de siete profesores del MIT y de la Universidad de Harvard en las disciplinas de geomecánica, sismología y geología estructural. Este nuevo informe corrobora las conclusiones del trabajo publicado en 2014 en la revista Geophysical Journal International.
Se trata de un exhaustivo estudio que analiza el origen de la sismicidad inducida durante la inyección de gas en el almacén Castor en el año 2013. En él se han empleado nuevos paradigmas que integran los modelos geológico y geomecánico con el análisis de los datos de sismicidad.
Según los estudios, la localización de los sismos coincide con la zona de la falla Amposta y con varias ramificaciones de la misma y concluyen que dichas fallas fueron sometidas a estrés como consecuencia de la inyección de gas. El informe señala que no habría podido esperarse que, en su momento con la información disponible y mediante estudios realizados con metodología estándar, se hubiese llegado a estas conclusiones antes de la inyección de gas.