Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba acaba de descubrir que un tipo de bacteria, las Pseudomonas pseudoalcaligenes, que se que localizaron hace más de una década en el río Guadalquivir, se alimentan de cianuro y son capaces de transformarlo en plástico biodegradable.

Además de acabar con este residuo altamente tóxico de la joyería y de la minería de una forma limpia y eficaz podría convertirlo en un material de interés económico. El sistema se encuentra ya preparado para iniciar la fase piloto en el ámbito industrial.

La sal de cianuro incluso en muy bajas concentraciones, puede causar problemas respiratorios hasta, incluso, producir la muerte.

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