Dos grupos de investigación estadounidenses han llevado a cabo sendos estudios que demuestran el efecto protector del fármaco GSK744, desarrollado por la multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK), frente a la infección vaginal por VIH, la vía más común de transmisión del virus. El nuevo medicamento ha sido probado en monos macaco hembra.
Con 35 millones de personas en el mundo infectadas por este virus –muchas de ellas mujeres–, el medicamento, que protege frente al virus con una inyección cada tres meses, podría ayudar a detener la propagación de esta epidemia, señalan los autores.
Los resultados de estos dos estudios, realizados por investigadores del Centers for Disease Control (CDC) de Atlanta y el Centro de Investigación de sida de la Universidad Rockefeller (Nueva York), se publican esta semana en la revista Science Translational Medicine.
Según explica a Sinc el español Gerardo García-Lerma, que dirige la división de Resistencia de Medicamentos frente al VIH del CDC y lidera el primero de estos dos estudios, “el GSK744 es un inhibidor de la integrasa del VIH muy potente que actúa bloqueando la integración del virus en la célula”.
Se trata –añade– de “un análogo del dolutegravir, un fármaco aprobado por la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos), para el tratamiento del VIH, que está prescrito para su administración por vía oral o como inyección. La formulación en la inyección es de acción prolongada y consiste en nanocristales de droga disueltas en líquido, lo que se denomina nanosuspensión”.
Una de las estrategias para la lucha contra el sida en la actualidad es la conocida como profilaxis preexposición (PrEP), en la que se enmarca por ejemplo el fármaco Truvada, de los laboratorios Gilead Sciences. Este medicamento, aprobado en 2012, se administra en forma de una pastilla diaria. “También inhibe la retrotranscriptasa del virus y sirve para prevenir la infección por el VIH en personas de alto riesgo”, dice el científico.
Precisamente, el equipo de García-Lerma demostró hace unos años que Truvada protegía a los monos del virus de la inmunodeficiencia de simios, “lo que ayudó a desarrollar ensayos clínicos que posteriormente demostraron que el fármaco funcionaba en humanos”, comenta el autor.
Administración sencilla
El problema –señala– “es que para que Truvada funcione se debe administrar bien y mucha gente encuentra difícil tomarse una pastilla al día. La ventaja que tendría el GSK744 de acción prolongada es que se administra con una inyección cada tres meses, lo cual resulta más cómodo y seguro”.
En las dos investigaciones con el GSK744, cuyos resultados se publican ahora, 14 macacos hembra fueron tratadas una vez al mes con este nuevo fármaco, de ellas, 12 resistieron la infección por VIH vía vaginal, mientras que las 10 hembras que no recibieron el tratamiento sucumbieron al virus.
Respecto a cuándo podría llegar el medicamento a humanos, García-Lerma indica que en estos momentos, “hay dos ensayos en fase 2a en marcha en los que se investiga la seguridad y tolerancia del GSK744. Esperamos los resultados de estos ensayos en dos o tres años. Si son positivos, el siguiente paso sería realizar los estudios de fase 3 (con voluntarios humanos) para ver si puede o no prevenir la infección”.
Una investigación previa, publicada en Science Translational Medicine por algunos de los científicos que participan en los estudios actuales, demostró también que el nuevo fármaco de GSK protege a los macacos contra el virus vía rectal.
Referencias bibliográficas:
Gerardo García-Lerma at “The long-acting integrase inhibitor GSK744 protects macaques from repeated intravaginal SHIV challenge”. Science Translational Medicine (14 de enero, 2014).
Chasity D. Andrews et al. “A long-acting integrase inhibitor protects female macaques from repeated high-dose intravaginal SHIV challenge”. Science Translational Medicine (14 de enero, 2014).