El módulo Philae, primer artefacto humano que consigue aterrizar sobre un cometa, se \’puso a dormir\’ sobre la superficie del asteroide por falta de batería, sin que se sepa si podrá volver a despertar ni cuándo. \’Con sus baterías agotadas y sin suficiente luz solar para recargarlas, Philae ha entrado en \’modo reposo\’ para un silencio potencialmente largo\’, explicó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA).

Antes de entrar en este estado, que implica que todos sus instrumentos y la mayoría de sus sistemas están apagados, el módulo pudo transmitir valiosos datos científicos sobre el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, según explicó a través del blog de la misión Rosetta su responsable,Stefan Ulamec. Consideró que el aparato se he desempeñado \’magníficamente bajo duras condiciones\’, por lo que se mostró \’orgulloso del increíble éxito científico\’ que ha supuesto.

El cuerpo del módulo de aterrizaje se levantó por cerca de 4 cm y gira alrededor de 35 ° en un intento de recibir más energía solar, pero a medida que los últimos datos científicos alimentaron a la Tierra, el poder de Philae se agotó rápidamente.

Aún así Stephan Ulamec, coordinador de la misión dijo que \’ha sido un gran éxito, todo el equipo está encantado\’. \’A pesar de la serie no planificada de tres rebotes, todos nuestros instrumentos pudieron ser operados y ahora es el momento de ver lo que tenemos.\’

Contra viento y marea – sin propulsor hacia abajo y con el sistema automatizado de arpón que no funcionó, Philae rebotó dos veces después de su primer contacto con el cometa

Philae antes de apagarse envío imágenes de alta resolución, tanto de su entorno como de la superficie del cometa, la cual está cubierta por el polvo y los desechos que van desde milímetros hasta varios metros; las imágenes panorámicas muestran paredes formadas con capas de materiales muy duros, al menos de aspecto. Los equipos científicos estudian los datos para ver si se han muestreado cualquiera de este material con el taladro de Philae

\’Todavía tenemos la esperanza de que en una etapa posterior de la misión, tal vez cuando estamos más cerca del Sol y se tenga suficiente iluminación solar, el módulo de aterrizaje pueda despertar y restablecer la comunicación\’, agregó Stephan.

Mientras tanto, la nave Rosetta se mueve en una órbita de unos 30 kilómetros en torno al cometa y se volverá de unos 20 kilometros, con lo cual el 6 de diciembre continuará su misión de estudiar el cuerpo en gran detalle cuando el cometa se vuelva más activo, en el camino a su encuentro más cercano con el Sol el 13 de agosto del próximo año.

En los próximos meses, Rosetta comenzará a volar en órbitas no consolidados e incluso atrevidas a tan sólo 8 km de su centro.

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