Susana Castillo
Sonia Gamboa Vázquez es una estudiante de Ingeniería de la Universidad Veracruzana (UV) cuyos nombre, rostro y logros son cada vez más populares en los medios y las redes sociales: a su corta edad ya realiza una estancia de investigación en la National Aeronautics and Space Administration (NASA), de Estados Unidos.
Ella decidió desde muy niña cuál sería su profesión, pero también combina su interés por la ciencia con la cadencia del danzón, el cual baila desde los 14 años y la ha llevado a importantes foros del país y del extranjero. De hecho el danzón le dio dos elementos que la ayudaron a llegar a la NASA: disciplina y dedicación
Sonia formó parte del grupo Tres Generaciones del Danzón Veracruzano, con el que participó como ejecutante y promotora de este baile en el Centro Cultural Talento Bilingüe de Houston, Texas, como parte de un intercambio interconsular entre México y esta ciudad norteamericana ubicada en el estado de Texas.
Nacida en la ciudad y puerto de Veracruz hace 21 años, se caracteriza por el amor por su familia, su gusto por las actividades deportivas y los animales, en particular por Kira y Molly, sus perras. Entre sus principales fortalezas, evidentes desde que era muy pequeña, están la dedicación y el empeño que pone para las cosas que le interesan.
Así lo relató su mamá, Sonia Vázquez Calderón, quien también se formó profesionalmente en la UV, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. “Es una chica muy madura. Cuando ella se propone algo relacionado con el estudio y el aprendizaje, es muy dedicada. En la escuela, desde niña, nunca tuvo problemas por no entregar una tarea, ella solita estaba pendiente de lo que tenía que hacer”.
La señora Sonia compartió que otras características de su hija que contribuyeron a esta estancia internacional, son su interés en los idiomas y su apuesta por la educación pública. “Es una joven que no tiene la idea de que yéndose a lo más caro, o a la enseñanza particular, se obtiene mejor formación. A pesar de que cursó la primaria, secundaria y bachillerato en un colegio bilingüe, buscó la oportunidad de aprender otros idiomas, y gracias a la Universidad Veracruzana los tiene”, pues además del inglés, estudió alemán y francés, los cuales aprendió en el Centro de Idiomas de esta institución.
Desde el Ames Research Center de la NASA ubicado en San José, California, Sonia Gamboa platicó con Universo sobre su decisión de ingresar a la UV, su gusto por el danzón y el trabajo de investigación que desarrolla gracias a que obtuvo una de las cuatro becas que la Agencia Aeroespacial Mexicana otorgó para estudiantes del país.
¿Cómo te enteraste de esta oportunidad y por qué decidiste no dejarla pasar?
Mi amigo Fernando Rebolledo, quien ha sido mi compañero desde la primaria y que estudia Ingeniería Electrónica y Comunicaciones en la Facultad de Ingeniería, fue quien me comentó acerca de esta convocatoria. Simplemente no podía desaprovecharla, decidí intentarlo y ver si quedaba.
¿Cómo fue el proceso de selección?
Principalmente tenía que mandar una carta de exposición de motivos por los cuales yo quería participar en la estancia en la NASA y cuál sería el impacto para México, además de tener certificación TOEFL. Después de pasar la primera etapa, me hicieron una entrevista en inglés y días después me notificaron que había sido seleccionada.
¿Hubo alguna etapa que se te hiciera más complicada que otra?
Lo más complicado fue hacer todo el papeleo necesario para llegar aquí, conseguir la Visa de estudiante y otros documentos.
¿Tu interés por los temas aeroespaciales es reciente o desde cuándo surgió?
El año pasado visité el Johnson Space Center de la NASA en Houston, Texas, como parte de una excursión. Visité la empresa Toyota, Farouk Systems, el JSC y el Alamo College. En la NASA pude presenciar una conferencia acerca de los avances científicos y las diferentes expediciones en curso, y surgió mi interés en estos temas.
¿Cuál es el nombre del proyecto que llevas a cabo y en qué consiste?
Estoy trabajando en el área de Soporte Avanzado de Vida, enfocado en el reciclaje del agua. Lo que se busca es obtener un sistema que permita optimizar al máximo el reciclaje del agua de las naves espaciales.
La estancia inició el 31 de agosto, pero yo empecé el 5 de octubre. Entre las principales actividades que realizo, por el momento, están la investigación de fondo y en el laboratorio, probando membranas para reciclar el agua por medio del proceso de ósmosis.
La ósmosis es el movimiento neto del agua a través de una membrana semi permeable que rechaza el paso de contaminantes. Este sistema es utilizado para reciclar aguas residuales, la humedad del ambiente y la orina en agua potable para proveer a los astronautas de una fuente confiable de agua durante las misiones espaciales.
¿Cómo describirías esta experiencia y qué es lo más valioso que te ha dejado?
Hasta el momento ha sido una experiencia muy enriquecedora tanto en la parte de la investigación como en la parte cultural, ya que tengo la oportunidad de convivir con estudiantes y profesionales de diferentes países.
¿Invitarías a más universitarios a postularse para este tipo de oportunidades?
Por supuesto, porque este tipo de experiencias son únicas y nos hacen crecer personal y académicamente. Espero que en el futuro próximo más compañeros obtengan oportunidades de hacer estancias, y que cuando éstas se presenten estén listos y cumplan con los requisitos, que casi siempre empiezan con tener certificación de inglés.
El baile, la convicción y las oportunidades
La estudiante de Ingeniería Industrial incursionó en el danzón poco antes de cumplir 15 años. Sus papás la alentaron a que aprendiera un baile, pues sabían que tal experiencia le ayudaría a relacionarse con otras personas y fortalecería su disciplina.
Su mamá lo recuerda así: “La llevamos a clases de salsa y ahí conoció al grupo de danzón y se apasionó. El hecho de sólo escuchar instrumentos y tener que comprender la estructura musical del baile, le ayudó a concentrarse, a comprenderlo a profundidad. También le sirvió para independizarse y estar pendiente de ella misma, gracias a los viajes que realizó como parte de la agrupación”.
La joven, a quien le gusta escuchar y bailar la versión de El día que me quieras adaptada a este ritmo, también habló al respecto: “Desde los 14 y hasta los 19 años estuve en el grupo Tres Generaciones del Danzón Veracruzano. Mis padres me recomendaron tomar unas clases de salsa y estando ahí me gustó el danzón y me integré. Estar en un grupo de danzón me demostró que se debe tener disciplina y dedicación, cosas que trato de aplicar siempre en mis estudios”.
La estancia en la NASA no es la primera oportunidad que Sonia ha tenido de prepararse en el extranjero, ya que formó parte de los estudiantes seleccionados para participar en el Programa de Movilidad de la UV, modalidad internacional, en la primavera de 2015. En esa ocasión logró una beca para una universidad alemana.
“Obtuve un lugar para ir a la Fachhochschule Aachen, pero no el apoyo económico, por lo que no fui y continué estudiando en el semestre normal en la UV. Sin embargo, seguí buscando oportunidades de viajar al extranjero”, compartió.
Al respecto, la señora Sonia expresó que tal vez en esa ocasión no pudo vivir tal experiencia porque estaba reservada la oportunidad de ir a la NASA: “Por algo pasan las cosas. Ahora se le presentó esta oportunidad y el hecho de saber que fue una de las pocas estudiantes que logró calificar y pasar los filtros necesarios, el hecho de saber que ya está ahí, es un orgullo muy grande para nuestra familia”.
Sobre si su interés por la investigación y la ingeniería fue motivado por algo particular, la estudiante contó: “Mi papá (Juan Gamboa López) es ingeniero (industrial) y desde pequeña yo decía que quería ser ingeniera como él”.
Orgullo UV
En una entrevista previa a su estancia en la NASA, Sonia declaró que pondría en alto el nombre de la Universidad Veracruzana. Al preguntarle qué representa para ella la institución, respondió: “Creo que puedo contribuir a que siga teniendo el prestigio que siempre ha tenido. Ingresé en 2012 y decidí entrar aquí por el reconocimiento que tiene, también por la variedad de carreras universitarias y el Centro de Idiomas, en donde empecé a tomar clases desde antes de iniciar la universidad”.
Respecto de si la formación que ha recibido en los seis semestres cursados de Ingeniería Industrial le ha dado las bases necesarias para desempeñarse exitosamente, agregó: “En la Facultad he tomado clases con maestros muy respetables que me han dado grandes lecciones”.
La novel investigadora compartió que motivaría a otros jóvenes que están por egresar del bachillerato a continuar su formación universitaria en la UV, ya que “es la máxima casa de estudios del estado y es un orgullo pertenecer a ella por el legado que ha formado a lo largo de los años”.
Sonia Gamboa emprenderá el viaje de regreso a Veracruz el 19 de diciembre de este año y planea concluir sus estudios y titularse en diciembre de 2016.